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Un vino sin deseo se pierde en el mercado

¿Alguna vez pensaste en cómo el deseo puede transformar y diferenciar tu marca de vino?

La deseabilidad es el superpoder que toda marca necesita para vender sin preocuparse por el precio. Construir deseabilidad te permite dejar de ser una opción más en el mercado.

Pero, ¿el mercado del vino trabaja bien esa deseabilidad?

El deseo es humano. Buscamos sentirnos apreciados, admirados, dejar un legado o simplemente disfrutar un momento especial «porque lo valemos». Este tipo de deseos son los que verdaderamente movilizan. No compramos solo un producto; compramos una experiencia, una emoción, un sueño.

Cuando una marca parece desesperada por vender, automáticamente pierde valor y acaba vendiendo menos. Si te sentiste identificado no te preocupes, ¡hay solución!

Una marca que crea deseo se eleva, genera conexiones emocionales con el consumidor y establece un vínculo mágico de lealtad. Eso es lo que hace que los consumidores no solo elijan tu vino, sino que lo deseen profundamente.

¿Cómo crear deseo en tu marca marca de vino?

Para lograr esto, te propongo los 5 temas fundamentales que siempre desarrollo con mis clientes:

  1. Enfocate en el por qué hacés lo que hacés.
  2. Diferenciate en la mente del cliente.
  3. Conectá con los valores de tu audiencia.
  4. Resaltá lo que te hace único.
  5. Usá comunicación emocional.

No te enfoques en vender un vino; enfocate en vender la experiencia que le generará a una persona tener ese vino.

Diferenciarse a través del deseo es algo que el mercado del vino no está sabiendo comunicar bien. ¿Estamos de acuerdo en que sin deseo es mucho más difícil conseguir ventas?